... debía ser mi respuesta a todos los que me preguntaban: André, ¿qué hiciste todo el día en la finca de café en Colombia?Increíble que este proceso sea tan importante para el resultado de una buena taza de café. Pero cuando me permitieron ayudar a seleccionarlo yo mismo y vi los resultados, supe por qué.
Para nosotros es fascinante ver cómo un hombre con una gran visión y una integridad absoluta consigue llevar al éxito económico y a la independencia a todo un pueblo, a su gran familia con sus pequeñas plantaciones independientes y también a familias vecinas. Juan Pablo habla español, inglés y francés y busca constantemente el cambio y la mejora para llevar su café de especialidad a un nivel aún más alto y mejorar la calidad de vida en la región. Por ello, ha creado su propio centro de formación para los cafeteros, donde transmite sus conocimientos.
Desde Perú, volé directamente a Colombia. Juan Pablo me recogió en el aeropuerto de Nariño y me invitó inmediatamente a la fiesta de cumpleaños de su prima en Pasto. Lo celebramos hasta las cinco de la mañana, y con bastante resaca nos dirigimos al día siguiente a la impresionantemente clara Laguna de la Cocha, situada a 3.000 metros de altitud. Cuando pudimos volver a comer, tomamos trucha directamente del lago, combinada con patacones de plátano frito. Este plátano aplanado y frito se come como un plato de acompañamiento abundante, al igual que las papas fritas aquí. Después de esta brillante introducción, fuimos directamente a la plantación.
Finca Churupampa era el destino declarado cuando subí al avión en Frankfurt en septiembre. Aquí vive la familia Toccto, en Chirinos, en el norte de Perú. Desde 2011 cultivan en cooperativa café de especialidad ecológico y con certificación de comercio justo. Tardé unas 20 horas en llegar: Tomé el avión a Frankfurt, Bogotà, Lima y Jaén. En Jaén me recogieron Lenin Toccto, Eduardo y Sandra. Juntos condujimos durante unas dos horas hasta que finalmente llegamos a la finca.
El 18 de Abril 2021, en pleno encierro de Corona, comenzó - inoculado, salí a visitar a Juan Pablo en Colombia. El objetivo declarado: ¡encontrar el mejor café, ampliar la relación personal y descubrir nuevos horizontes!
Mi viaje me llevó en zigzag a Calí, a la selva de la Sierra Nevada, a Bogotá, Medellín, Pasto (con su peligroso aeropuerto en lo alto de las montañas), Nariño y Bucaramanga. Hablé con los tostadores, tomé café en innumerables cafeterías grandes y pequeñas y en tiendas de la calle, sentí la altitud de la plantación de primera mano (¡el aire es muy fino allí arriba!) y aprendí mucho sobre el café, Colombia y su cultivo. He aquí algunos aspectos destacados:
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